sábado, 23 de abril de 2011

HEKA: Magia Ritual Egipcia


Heka, el poder de la magia, era una fuerza divina que existía en el universo como poder o fuerza y que podía estar personificada por el dios Heka, según la mitología egipcia.
               
Heka aparecía por lo general como un hombre con el atuendo y la barba curvada típica de los dioses. Sin embargo, en la Baja Época, Heka fue venerado con la forma de un niño –igual que muchas otras divinidades masculinas– y, así aparece en numerosas imágenes acompañando a diversas parejas divinas como su hijo.

 

Desde el punto de vista mitológico, heka había existido desde el momento de la creación, de manera que el dios Heka podía ser considerado también un dios creador. La magia confería poderes a todos los dioses, por lo que Heka fue también un dios de poder cuyo nombre estaba ligado a este significado a partir de la Dinastía XX.
Debido a su gran poder, los Textos de las Pirámides indican que Heka era temido por los propios dioses, y se decía que acompañaba al dios sol en su barca y que protegía al dios Osiris en el mundo inferior.

 

Los sacerdotes del dios Heka eran médicos-magos que tenían escuelas sacerdotales en Heliópolis, Menfis y Esna. Heka no recibía un culto regular, aunque su función en la religión del Antiguo Egipto poseía una importancia considerable. Se invocaba a Heka en muchos contextos mágico-religiosos, y durante el período romano se llevaba una estatua del dios en procesión desde el templo de Esna hasta los campos circundantes para asegurar su fertilidad.
Heka cumplía también una función en las creencias de después de la muerte; los Textos de las Pirámides reivindican directamente su autoridad y los Textos de los Sarcófagos contienen un conjuro "para convertirse en el dios Heka".

Heka significa “poner en acción el KA”


¿Qué es el KA?

Ka es la "fuerza vital", un componente del espíritu humano, una pizca del principio universal e inmortal de la vida, según la mitología egipcia. Para los antiguos egipcios los componentes del espíritu humano eran: Ib, Ka, Ba, Aj, Ren y Sheut. Se pensaba que el ka era creado por Jnum, con su torno de alfarero, para ser depositado en los hijos en el momento de su concepción. Este elemento confería la inmortalidad a cada hombre que incluso podría transformarse en un dios, necher, si lo hubiere merecido por sus excepcionales buenas acciones durante su vida en la Tierra.

Los egipcios también creían que el ka se mantenía por medio de los alimentos. El ka podía perdurar en el cuerpo del difunto si se conservaba momificado; por esta razón era necesario embalsamar a los cadáveres, y se debían depositar ofrendas de alimentos a los difuntos, aunque era los kau de las ofrendas lo que se consumía, no la parte material.

El ka de los dioses y faraones estaba indisolublemente unido a su cuerpo, mientras que los demás egipcios obtenía su ka por mediación del faraón. Las condiciones de la vida futura en la Duat dependían del veredicto en el juicio de Osiris.

"El ka del rey posee un poder especial, procede directamente del dios y se relaciona también con los súbditos debido a que el ka de éstos procede del rey o es el propio rey. Es uno de los elementos sustentantes de la monarquía divina y de su autoridad.
El ka ("gemelo" o "doble") del rey acabó convirtiéndose en un dios-Luna, Jonsu, el ka por excelencia del Sol" (Henri Frankfort)

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